Nuestro blog intenta analizar el intercambio estudiantil, la movilidad educativa y sus diferentes vertientes, los objetivos que se pretenden, las condiciones establecidas por las instituciones, las experiencias propias de los estudiantes y todo lo que esté relacionado con estos fenómenos. Después de estudiar todos estos fenómenos hemos observado una serie de rasgos que lo definen bastante bien. Para empezar, es necesario explicar de manera clara lo que se entiende por intercambio estudiantil, y para ello nos centraremos en el fenómeno Erasmus, como programa más importante del intercambio estudiantil en Europa.
Las becas Erasmus significan una experiencia para el estudiante, aparte de servirte para mejorar tu formación, es una experiencia a nivel personal al cambiar de país, de universidad, en un entorno social totalmente nuevo y en el que formas tu propio grupo desde cero. Para ello es necesario pasar por una serie de procesos de adaptación al nuevo entorno, rodeado de gente nueva. Esta situación se le presenta al estudiante como un verdadero reto que tiene que superar personalmente. Normalmente cuando se habla de la beca Erasmus, inmediatamente se relaciona solo con la experiencia para el estudiante, pero se habla poco de que intenciones tiene el Erasmus más allá de formar a la persona en un entorno distinto que contribuirá a su desarrollo personal y a aumentar sus experiencias educativas.
Es un error pensar que el Erasmus solo tiene estos objetivos, ya que su programa ha sido desarrollado con un trasfondo de mucha más envergadura que este simple hecho individual de formar a sus estudiantes de manera globalizada.
Si analizamos concienzudamente los objetivos del Erasmus podremos ver claramente las intenciones del programa. Por un lado, a través de la organización política de la Unión Europea se busca una conciencia colectiva que se identifique con la identidad europea. Primero se organizó y se auto determinó como Unión Europea, se establecieron las bases, se legisló, etc. Y después, a través de la educación, de los medios de comunicación (las nuevas tecnologías) y el intento de unificación de leyes, sistema educativo y otros, se ha buscado la identidad colectiva europea. El programa Erasmus ha intentado que todos aquellos estudiantes de la UE que quieran viajar por dentro de sus fronteras no tengan ningún problema respecto a papeles, permisos, etc. Y que pudiendo viajar libremente por el continente se sientan europeos. La mejor manera de conseguir esto es empezar por una buena base, en este caso, una buena educación. La educación siempre ha sido la base para crear una identidad, pero una identidad siempre es creada para diferenciarnos de otra distinta.
A través de la internalización del espacio europeo educativo se intenta formar a los estudiantes con una conciencia global, en el que las personas pueda desenvolverse y viajar por cualquier país de la UE, i así de manera inconsciente se van creando unas conciencias mas globalizadas, con más capacidad de movimiento.
Todo este fenómeno de la internacionalización del espacio europeo está ligado directamente a intereses políticos, económicos y financieros, además de, intentar crear de forma indirecta esa conciencia respecto a los “otros”, de diferenciación. Siempre desde un punto de vista etnocentrista y pretendiendo imponer nuestra forma de vida, valores, cultura al resto del mundo.
Como decíamos anteriormente la educación es la base para formar a personas para que se adapten rápidamente al sistema establecido, y es la mejor manera de crear una conciencia europea que esté por encima de una conciencia “nacional”. Lo que queremos decir, es que se están centralizando cada vez más a las sociedades en un todo, en este caso, en torno a la UE, para que se cree una identidad europea en la que los objetivos estén siempre destinados a la UE y las medidas que se toman son siempre para beneficiar a la UE como conjunto de países y no a los países individualmente, incluso muchas veces, se tratan de medidas que aunque no son beneficiosas para determinados países se toman para no perjudicar a los más “grandes”.
El programa Erasmus también contribuye a crear esa conciencia globalizada, donde la gente ya no está asidua a un lugar del planeta, sino que los individuos fluimos entre las sociedades. Esto ayuda a que los estudiantes se acostumbren a la vida en movimiento, de aquí a allá, y que no perciban, entre los diferentes países de la UE, las fronteras, y que no sea un obstáculo la conciencia de estatismo laboral. También es una buena forma de captar capital humano, que, una vez eliminado la conciencia de estatismo geográfico, no tengan ningún problema en empezar su vida laboral en el país donde reclamen al estudiante.
Esta tendencia hacia centralizar las sociedades tiene como objetivo acercarse al ideal de sociedades norteamericanas, con un gran poder económico, político y social, centralizado y con gran capacidad de decisión sobre los demás países, organizados en torno a un centro con gran poder y que sea el modelo a imitar por las demás sociedades, viendo este modelo como el mejor, al que es necesario imitar para conseguir progreso económico, político y social.
Esta tendencia de centralizar la educación en torno a un centro es un proceso largo, que a través del Erasmus está dando sus primeros frutos, pero el Erasmus europeo solo es un escalón para conseguir los objetivos que realmente se pretenden. Por esto no es de extrañar, que ya se esté hablando de crear un Erasmus a nivel mundial, para unificar todavía más el espacio educativo, político y social y de esta manera adaptar todos los sistemas y códigos financieros, criterios educativos para un mejor funcionamiento de las sociedades en torno a un espacio cada vez mas centralizado y con un gran poder que pueda llegar a todos los espacios del mundo, es decir, al mundo occidental.
Aquí es donde encontramos la contradicción, ya que se supone que el Erasmus es un intento de integrar a toda Europa dentro de un mismo marco, pero solamente se quiere integrar a los países más avanzados, es decir, al mundo occidental y esta forma de integración no es demasiado correcta, ya que siempre habrá excluidos, y de esta manera marginación entre países, en los que la formación académica de sus estudiantes esté menos valorada que la de los países occidentales. Esa misma actitud se tiene, incluso, dentro de la UE, ya que si los países no adoptan las formas sociales dictaminadas por la UE, son desplazados y se busca su expulsión de la comunidad.
En este aspecto es importante el concepto de McDonalización. Que en su esencia, el concepto designa el proceso por medio del cual los principios de los restaurantes de comida rápida están dominando más sectores de la sociedad americana y del resto del mundo. Uno de los efectos en el ámbito educativo y académico está centrado en el aumento de la homogeneización de características occidentales, en este caso de la homogeneización de las universidades y de los medios educativos académicos. El aspecto negativo de esta homogeneización de los medios educativos está en considerar la existencia de una cultura global que sea convertida en una versión dominante de cómo deben realizarse las prácticas culturales, buscando una cultura que incluya a todas.
Esta es la idea central, el Erasmus como sinónimo de homogeneización de las culturas al estilo puramente americano, viendo esta cultura como la más apropiada para el capitalismo y el progreso de las sociedades.
Si entendemos algunas nociones de antropología social nos damos cuenta de que este fenómeno no pretende la integración de todas las culturas, sino que está sustentado sobre el etnocentrismo, en el que la cultura dominante siempre será mejor en todas sus esencias que las otras culturas. Es un gran error pensar que la cultura dominante es la más adecuada que hay, ya que todas las culturas pueden adecuadas si se conocen bien sus sociedades, y todo depende del contexto histórico, económico, social y cultural. No se debe buscar la asimilación cultural de las demás culturas a la nuestra capitalista, sino que debemos crear una sociedad (mundo) multicultural, que acepte y deje desarrollar a todas las culturas que forman parte de la Tierra.
De la misma manera que no es viable imponer los requisitos del mundo occidental a los demás países sin saber si esto será adecuado no lo es unificar el mundo occidental en el ámbito educativo, dejando excluidos a las demás sociedades, ya que se realiza con objetivos de integración social y educativa, pero al mismo tiempo están excluyendo a distintos sectores del mundo por no compartir unos requisitos establecidos por el mundo occidental.
En el caso de que el programa Erasmus tenga como objetivo crear una identidad europea o mundial en la que sus individuos puedan viajar libremente y estén educados bajo unos mismos requisitos y objetivos, me hace recordar una breve historia sobre la educación durante la revolución francesa.
En la revolución francesa se instauró el sistema educativo público porque a través de la educación se podía crear una identidad nacional, que se identificara a través de su territorio y con unos símbolos, y de esa forma, salir a defender a su país en caso de guerra. Se busco crear esta identidad nacional para que sus ciudadanos se sintieran identificados y que estuvieran dispuestos a dar sus vidas por su nación. Este es el trasfondo de la cuestión, crear una identidad que sea capaz de “luchar por sus intereses”, y luchar por la unidad, no por uno mismo.
Lo que queremos decir a través de esto, es que si nos remontamos a hace muchos años, la gente vivía en pueblos, y las decisiones que les afectaban más directamente eran tomadas en sus pueblos, es decir, los ciudadanos dependían de algo considerado bastante cercano. Posteriormente las decisiones fueron externalizándose más y cada vez dependíamos de organismos que estaban más lejos de nosotros, las ciudades, las aéreas metropolitanas. Luego se establecieron los países y dependíamos de cada país. Ahora, desde los años 70, con la globalización de los mercados, dependemos, ya no de nuestro país que ocupa un territorio, sino de los mercados globales, que fluctúan por todo el mundo. Esta es una de las ideas básicas de nuestro trabajo, que cada vez las decisiones se toman de manera más centralizada y en órganos que abarcan cada vez más territorio. Por su parte los ciudadanos nos sentimos cada vez mas desorientados, ya que dependemos de órganos que están cada vez más lejos y que no llegamos ni siquiera a entender. A mi parecer con la educación ocurre lo mismo, cada vez el centro es más pequeño y la periferia más grande y lo que dicta el centro afecta a toda una inmensa periferia. Y el problema es que la periferia siempre será la periferia y siempre llegarán los restos de los centros. Y si no se vive, se trabaja, se siente la periferia nunca se sabrá lo que realmente necesitan y se impondrá, independientemente de las necesidades y el contexto, la realidad del centro.